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martes, 25 de marzo de 2014

Las cartas de Radio España Independiente

Radio España Independiente denominada también como La Pirenaica fue la más importante emisora clandestina en la época de Franco. Fue creada por el Partido Comunista de España que por aquel entonces estaba prohibido en España.

Esta emisora se crea a instancias de Dolores Ibárruri, Pasionaria y comienza a emitir desde Moscú el 22 de julio de 1941. El apelativo de "estación pirenaica" se utiliza para eliminar la sensación de lejanía que podía significar para los oyentes de España el hecho de estar en Moscú.

Después del ataque alemán a la Unión Soviética y ante la proximidad de las tropas alemanas a Moscú, la sede de Radio España Independiente se traslada a la ciudad de Ufá, en la República Autónoma de Baskiria.

El 5 de enero de 1955, por razones no del todo explicadas, pero que podrían estar relacionadas con la presencia de la Unión Soviética en Naciones Unidas o con un reparto de las actividades entre sus países aliados, la emisora se traslada al que sería su emplazamiento definitivo, la capital de Rumanía, Bucarest.

A partir de 1960 se la dota de mejores medios técnicos para ampliar su cobertura y neutralizar las interferencias causadas por las autoridades franquistas. Es en esta época cuando se comienzan a utilizar técnicas como la grabación en cinta de los programas y su emisión a ciertas horas y en ciertas frecuencias que podían ir variando, (denominadas por REI como 'ondas volantes') y así evitar a los emisores que, desde el interior de España, interferían con ruido en sus frecuencias fijas. 


En la larga dictadura franquista, Radio España Independiente recibió por escrito miles de estremecedores testimonios de los vencidos. Quince mil de aquellas cartas han sido analizadas ahora en un libro titulado "Las cartas de la Pirenaica. Memoria del antifranquismo" publicado por Cátedra y escrito por Rosario Fontova y Armand Balsebre.

El libro contiene una exhaustiva investigación sobre las casi 15.500 cartas que se conservan en el Archivo Histórico del Partido Comunista de España, enviadas por radioyentes a la citada emisora clandestina del PCE. En esas cartas hay "un testimonio inédito de la España del hambre, la miseria y la represión", comenta Balsebre, catedrático de Comunicación Audiovisual y Publicidad de la Autónoma de Barcelona. "En esos textos nos hemos encontrado con lo que pensaba la gente común, que son los grandes olvidados de la posguerra, los que no tenían ninguna manera de expresar lo que sentían más que escuchando aquella radio por la noche y debajo de una manta; seguramente, para que no les oyeran los vecinos", añade Fontova, periodista especializada en temas culturales. 

Los autores tropezaron "un poco por casualidad" con este "tesoro documental" cuando Fontova preparaba un libro sobre la historia de la cárcel Modelo de Barcelona y tuvo que consultar el archivo histórico del PCE. Las cartas eran "parcialmente conocidas", pero su importancia "había sido minusvalorada". Sí se mencionan algunas de ellas en "un completo libro" de Luis Zaragoza sobre la historia de Radio Pirenaica, aclara Balsebre. Para facilitar el trabajo de investigación, se fotografiaron todas las cartas, que suman un total de 39.000 cuartillas. "Algunas tienen hasta 25 cuartillas y cuentan la historia de pueblos enteros", afirma la autora. 


El libro, de 600 páginas y cuajado de testimonios impresionantes, contiene párrafos o frases de unas mil cartas. Más que suficiente para hacerse una idea de cómo era la vida de millones de españoles en la posguerra, de sus penurias económicas, de sus angustias y temores. Y de sus ganas de luchar para tratar de acabar con la dictadura.

"Queremos que este libro contribuya a deshacer la leyenda de que las cartas de Radio Pirenaica eran falsas". Para salir de ese error basta con consultar este archivo epistolar y ver los sobres con sus matasellos, afirma el autor. "Las cartas son ciertas. Algunas son de militantes del partido, pero la inmensa mayoría son de gente anónima que utilizaba el correo para contar sus vidas", añade. "De algunas cartas no hemos podido confirmar lo que se dice, pero de la mayoría sí lo hemos hecho, como en el tema de las fosas comunes y los asesinatos en los cementerios, sobre los que hay un aluvión de textos", afirma Rosario Fontova, apasionada de la Historia. 

Las huelgas de la minería asturiana de 1962 dispararon el número de cartas enviadas a la Radio Pirenaica Los datos sobre las fosas "se han confirmado cuando las asociaciones de Memoria Histórica han acudido a esos lugares y han comprobado que era cierto lo que decían los remitentes", comenta. Las huelgas de la minería asturiana de 1962 dispararon el número de cartas enviadas a la Pirenaica, hasta las 1824. Un año más tarde la cifra aumentó hasta las 4.378, por la detención, consejo de guerra y fusilamiento de Julián Grimau, "mito, héroe y mártir de la causa comunista", escriben los autores. Fue el número más elevado de toda la correspondencia recibida entre 1959 y 1977. 




Imágenes y documentos sonoros de Radio España Independiente:

Documental que Rtve, dedicó a Radio Pirenaica:

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